Todo empezó a raíz de un sueño, Don Fernando Cabanillas quería promover el turismo en base a una cultura cafetera, teniendo como protagonista al CAFÉ Cajamarquino.
Valorizando el proceso desde el caficultor hasta el barista, en un punto de encuentro cafetero donde se pueda conocer y compartir la cultura de esta hermosa tierra.
Las bebidas son elaboradas con café verde de las regiones de San Ignacio y Jaén, estas son tostadas hasta llegar al punto ideal, aplicando técnicas para el cuidado y proceso de las mismas, obteniendo así bebidas distintas y únicas, agregándole un “toque cajacho” como el manjar blanco, el chocolate shiliko, entre otros.
Además han innovado en el área, con la creación del Cafelientito, una bebida hecha a base de café y cañazo al gusto, buscando matizar la tradición del popular Calientito cajamarquino en las épocas carnavaleras.
Los acompañamientos infaltables como panes y postres están perfectamente elaborados para que combine en gusto y sea agradable al cliente, cabe recalcar que cada torta y postre es elaborado por la cafetería, su especialidad es “torta de zanahoria” encontrándola en sus dos presentaciones.
Deli Café busca transmitir las costumbres y sabores Cajamarquinos, presentándonos en la industria cafetera, este sueño inició hace 6 años y se mantiene hasta ahora transmitiendo la historia de un buen café iniciada “con un sueño”.